La selección del material de la junta de ajuste depende de su escenario de aplicación y sus requisitos. Los materiales comunes incluyen: cobre, acero, acero inoxidable, etc., que tienen alta resistencia y resistencia al desgaste y son adecuados para entornos hostiles como alta temperatura y alta presión.

Ajuste del espacio: Se pueden utilizar calzas de ajuste para ajustar el espacio entre dos piezas adyacentes para garantizar la precisión del ajuste y un funcionamiento suave entre ellas.

Compensación de errores: Durante el proceso de fabricación o montaje, los errores dimensionales provocados por diversos factores se pueden compensar añadiendo o ajustando calzas.

Precarga: En algunos dispositivos mecánicos, se pueden utilizar calzas para lograr la precarga y garantizar un ajuste perfecto entre los componentes y reducir la vibración.

Función de posicionamiento: Se puede lograr un posicionamiento preciso de las piezas mecánicas mediante una disposición y ajuste razonables de las juntas.

Las calzas de ajuste se clasifican en varios tipos según sus formas, usos y tamaños, tales como:

Calzas planas: El tipo más común, con espesor y forma uniformes, utilizadas para ajustar espacios entre superficies planas.

Junta corrugada: tiene una superficie ondulada que aumenta la elasticidad y el rendimiento del sellado, y es adecuada para situaciones donde se requieren sellado y amortiguación.

Calzas cónicas: se utilizan para ajustar la holgura entre componentes cónicos, como el ajuste entre un asiento de cojinete cónico y un eje.

Otras juntas de formas especiales: como juntas anulares, juntas de formas especiales, etc., se utilizan para satisfacer las necesidades de escenarios de aplicación específicos.